13 Perecieron jóvenes y ancianos; fueron asesinados muchachos,
mujeres y niños, y degollaron a doncellas y niños de pecho.
14 En sólo tres días perecieron 80.000 personas, 40.000 en la refriega
y otros, en número no menor que el de las víctimas, fueron vendidos como
esclavos.
15 Antíoco, no contento con esto, se atrevió a penetrar en el Templo
más santo de toda la tierra, llevando como guía a Menelao, el traidor a las
leyes y a la patria.
16 Con sus manos impuras tomó los vasos sagrados y arrebató con
sus manos profanas las ofrendas presentadas por otros reyes
para
acrecentamiento de la gloria y honra del Lugar.
17 Antíoco estaba engreído en su pensamiento, sin considerar que el
Soberano estaba irritado por poco tiempo a causa de los pecados de
los
habitantes de la ciudad y por eso desviaba su mirada del Lugar.
18 Pero de no haberse dejado arrastrar ellos por los muchos pecados,
el mismo Antíoco, como Heliodoro, el enviado por el rey Seleuco para
inspeccionar el Tesoro, al ser azotado nada más llegar, habría renunciado a
su osadía.
19 Pero el Señor no ha elegido a la nación por el Lugar, sino el Lugar
por la nación.